Añoranzas pasadas

Hace tiempo que comenzamos esta aventura;

una de tantas, pensarás, pero ambos sabemos que

ésta es la más apasionante,

la más reconfortante,

la más divertida y

sin duda, la más prometedora de todas cuantas

hemos emprendido juntos.

Sí, hace tiempo que llegó ese momento, por fin,

por los dos deseado, de

hacer las maletas y meternos bajo el mismo techo.

No es la primera vez, pero sí la más definitiva.

Nuestra casa, nuestros muebles, nuestros enseres…

¿No es emocionante? Empezamos una vida juntos, de

compartirlo todo, hasta la más mínima decisión.

Y sí,

como no podía ser de otro modo, está yendo de perlas.

No obstante, hemos andado un largo camino para llegar

hasta aquí.

No ha sido nada fácil, lo sé.

Ni para ti ni

para mí.

En esos momentos de soledad, de

añoranza, de

impaciencia e impotencia,

son varios los versos que te escribí y que

quedaron en el cajón. Hoy,

desde la comodidad de nuestro salón

(¿no es hermoso ese «nuestro»?),

quiero reunirlos todos para ti.

¿Me acompañas?



Me siento como un corredor en un semáforo en rojo

si no estás,

y no hago más que desear que se abra para

lanzarme hacia ti y poder abrirte mis brazos.

Triste es pasar semanas lejos de ti,

como lo es saber que así va a ser por un tiempo.

Triste es ir a la cama sabiendo que no estás tú.

Triste es la incertidumbre del porvenir;

mas la tristeza se vuelve esperanza sabiendo que

pronto estaremos juntos de nuevo,

dando la vuelta al mundo, como siempre hemos hecho.

Pronto nos pelearemos por entrar en la cama,

y en el porvenir estaremos juntos.


Cuando nos despedimos y

te veo marchar

es cuando siento cuánto te quiero.

Cuando te doy las buenas noches pienso que

no podrán ser mejores que cuando nos acostemos de nuevo,

al fin,

el uno junto al otro.

Sin tu piel todo se vuelve yermo y seco;

sin tus besos, todo duro y áspero;

sin tu abrazos, frío e incómodo.



Ahora, en cambio,

nos hemos juntado al fin y

me siento el más afortunado de los seres.

Ahora, cuando nos levantamos o

nos acostamos,

estamos ahí.

Ahora, después de tan larga espera,

decidimos juntos qué cocinar,

qué visitar o

qué hacer.

Venga lo que venga,

yo siempre estaré para ti

y juntos le haremos frente a

este bello y caótico mundo que

nos ha tocado vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario