Capítulo 2. La pérdida. Solo

De nuevo me encuentro solo;
Y aunque la música sigue sonando no la escucho.
El disco da vueltas sin parar,
Pero hace tiempo que no oigo nada.
El sol me da de frente,
Pero hace tiempo que no siento su calor.
Los árboles están en flor,
Pero hace tiempo que para mí es invierno.
Ya amanece,
Pero hace tiempo que no veo más que tinieblas.
Ya levan anclas,
Pero hace tiempo que mi barco se hundió.
Ya empieza el ascenso,
Pero hace tiempo que caí en picado.
Ya caen las murallas,
Pero hace tiempo que estoy encerrado.
Ya el agua brota,
Pero hace tiempo que morí de sed.
Ya me dan la mano,
Pero fría como el mármol la sentí.
Ya me consigo dormir,
Pero una jarra de agua fría me despertó.
Ya abren las puertas,
Pero ante mí se cerraron.
Ya a las rosas me acerco,
Pero sus espinas me clavaron.
Ya toco superficie lisa
Que rugosa me sembló.
Ya llega la primavera,
Pero la pena me hundió.
Ya lo que semejaba agua,
Como alcohol en mis heridas cayó.
Ya cojo un palo,
Pero en espada que me hiere se convirtió.
Ya el cordero
En lobo violento se tornó.
Ya la sonrisa
En llanto se convirtió.
Ya la carcajada
A grito pasó.
Ya el beso
Mordisco salió.
La caricia
Puñetazo.
El abrazo
Patada.
Ya el amor
En palabras se quedó.
Ya la esperanza voló.
Ya el reloj se paró, el timbre no suena, todo cambió.
Un pensamiento, un escalofrío.
Nada...
El disco quedó a medias,
La almohada mojada.
El poema quedó incompleto;
No tiene sentido seguir.
Hace tiempo que no tiene sentido.

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