Muchas veces
lo que parece desorden
es lo más ordenado.
¿Qué voy a decir yo
que de tan desordenado
soy un desastre?
Mil y una veces
he contado, y no más
(por pereza, claro),
que he intentado organizarme
mejor. Todas fallidas.
¿Qué otra cosa puedo
hacer sino tomármelo
con humor?
Reír cuando olvido
cualquier cosa;
Pensar "no tengo remedio" en cada
olvido, cada descuido.
Sí, lo reconozco,
soy un desastre.
¿Y qué?
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