Bestias ronroneantes,
deambulante sirena estridente,
cambiantes de colores luces,
alargadas sombras de los paseantes...
La noche en la ciudad toma
mágica aurora.
Bajo el elevado brillo de
altas farolas
se escucha apenas el murmullo
de conversaciones lejanas,
música emitida desde rápidos coches...
silencio.
La vuelta a casa a altas horas
de la madrugada se hace extraña.
De no ser por estos puntuales indicios
se diría que la vida se ausenta
y la soledad se acrecienta.
Luces fijas, luces que se mueven.
Las melancólicas calles
oyen mis pasos solitarios.
Pronto la bestia urbana
alzará su pecho de llamas con el día,
volverán los ruidos, los gritos,
el calor, las prisas.
¿Brillará el sol o habrá frescor?
¿Se levantarán antes las fábricas
o el sol?
Sea como sea, yo
no estaré despierto para verlo.
Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario