Te adoro

Tengo un corazón

que no me cabe en el pecho

porque lo tengo

henchido de amor.

Del amor que me das

y del que me abrasa por ti

como el magma desborda del volcán.

Te adoro porque 

eres noble,

cariñosa,

atenta.

Adoro tu espontaneidad,

tu buen humor,

la sonrisa que te ilumina la cara.

Te adoro porque

eres detallista,

perfeccionista,

comprensiva.

Te adoro por tu empatía, porque 

te preocupas por los tuyos:

por sus sentimientos, sus problemas, su salud.

Te adoro porque

adoras tu profesión y

siempre buscas mejorar y que tus alumnos aprendan y se diviertan.

Te adoro porque

tienes la fuerza y el tesón para

conseguir todo lo que te propongas.

Te adoro porque

alejas los malos momentos

e iluminas los buenos.

Te adoro porque eres pura bondad

y estás llena de curiosidad, de creatividad

y de gracia.

Te adoro porque eres divertidísima

y con cualquier tontería llenamos

nuestro salón y nuestras horas

de risas de felicidad.

Te adoro porque eres una hija increíble,

una hermana fantástica,

una nuera alucinante.

Te adoro porque eres la mejor esposa del mundo

y sé que

también serás

la mejor madre del mundo.

Te adoro porque

me haces mejor persona y

todos los días aprendo de ti.

Cuando clavo mi mirada en tus ojos

y veo resplandecer de amor los tuyos

siento que te adoro más y más cada día.

Y te adoro porque

eres justo lo que necesito.

Mi felicidad estará siempre a buen recaudo

a tu lado.

No sabes cuánto te adoro,

y te adoraré siempre, porque eres

la mejor persona del mundo.

 

 







Pasan los días y

 Pasan los días y

este pesar no cesa.

¿Cómo explicarlo?

¿Me atreveré a compartirlo?

¿Acaso a nadie le importa lo que siento?

Mas sí, cómo no,

la magia de la poesía es

expresar con bellas y concisas palabras

las más íntimas emociones.

No seré el último ni el primero en situación pareja.

Sigamos, pues.

Pasan los días y

la congoja me embriaga,

mas los demás sentimientos me abandonan.

¿Qué hago yo aquí?

¿Merece la pena tanto esfuerzo?

¿Acaso he tomado la senda correcta?

Pasan los días y

la poesía no vuelve;

las jornadas se llenan de trabajo

mas mi alma se vacía

como caen las hojas de un árbol en otoño.

Pasan los días y

mis fuerzas se desvanecen.

¿Cuándo se tornó todo tan complicado?

¿Por qué me cuesta tanto

disfrutar de cada momento,

de las cosas más pequeñas?

¿Acaso es la esperanza en un futuro que no se materializa?

¿Es paciencia lo que me falta?

¿Eran mis objetivos inalcanzables?

¿O tal vez no eran lo que realmente anhelo?

Pasan los días y

mi corazón se encoge en mi pecho

y mi mente no encuentra descanso.

Pasan los días y

siempre hay más por hacer,

siempre hay cosas que mejorar,

y todo me sobrepasa.

Pasan los días y

siento como si mi propia vida no me perteneciera 

y no pudiera decidir sobre ella ni disfrutarla.

Por más que pasen los días

mi ánimo no se recobra

y la voluntad y la perseverancia chocan

contra un muro de desesperanza.

¿Es que esto no tiene fin?