Lectura

Me parece maravilloso que una persona pueda emplear su tiempo libre en leer las reflexiones de un desconocido; esto quiere decir que los pensamientos más personales e internos de alguien pueden ser tan universales como para hacer pensar a otro sobre ellos. Incluso a través de los siglos... Es una bonita manera de conectar dos personas, interactuar, por lo que una obra escrita cambia mucho con el tiempo y con sus lectores: desde interpretaciones diversas hasta el cajón del olvido pasando por la gloria del Parnaso.
Realmente, en las mentes inquietas no caben las ideas de Parménides; en las mentes curiosas caben las ideas Parménides, Heráclito y cualquier otro, pero eso no garantiza su supervivencia. Las mentes abiertas son incapaces de mantener unas ideas fijas; como la filosofía de Heráclito, los pensamientos se basan en el continuo movimiento, el conocimiento perpetuo, el cambio. En las mentes clarividentes entra cualquier idea, pero prácticamente ninguna de ellas es eterna, y lo mismo que yo pensaba hace unos días puede ser opuesto a lo que opino hoy. Si queremos, podemos adentrarnos en el río del conocimiento, cuyas aguas cambian a cada momento.
Pero para ello es necesaria la lectura. Por todo ello os pido: leed. Todo lo que leáis es poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario