Un día tal

Ante un día tal,
con cualquier cosa la vista
se recrea:
la parabólica caída de una paloma,
el aprendizaje de los infantes en bicicleta,
el rugido de los coches...
Ante un día tal,
de los últimos vacacionales,
donde el cristalino cielo
y el ambiente fresco
invitan a salir,
el olor a libros de segunda mano entra mejor
y el paseo es más ameno.
En un día tal,
nada tiene demasiada importancia;
nada salvo la compañía;

nada salvo tú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario